Me llamo Carlos Gonzales y hace 4 años recorro la selva amazónica peruana retratando su extensa fauna, documentando diversos esfuerzos de conservación y colaborando con distintas entidades que promueven el turismo responsable en la región. El Amazonas, así como tiene tanta belleza, también llega a ser un lugar extremadamente desafiante, el solo hecho de estar parado en medio de la selva con tanto calor y humedad ya puede significar un escenario retador para algunos. Una de mis motivaciones es saber que mediante mi trabajo fotográfico puedo llevar los tesoros que aquí encuentro a los ojos de muchas más personas que quizá nunca tengan la oportunidad de conocer este destino y así poder generar interés, admiración o preocupación sobre el bosque, su biodiversidad y las amenazas a la que se enfrentan.
En esta colaboración con Sony llevé la cámara full frame a7rV y el teleobjetivo FE 200-600 G OSS a la Reserva Nacional Tambopata, un ecosistema primario de selva baja en unas de las regiones más alejadas del Perú y cuyos alrededores están altamente amenazados por actividades extractivas ilegales como la minería y tala de arboles. Tambopata es un santuario de biodiversidad, hogar de una asombrosa variedad de flora y fauna, aquí les muestro algunas de las fotos que pude hacer mientras les cuento como me ayudo el equipo a conseguirlas.
Una de las aves más coloridas que encuentras en Tambopata son los guacamayos, sus intensos colores y largas plumas hacen que sea una de los animales mas representativos del Amazonas. Los 61 megapíxeles de la Alpha 7R V y la nitidez del FE 200-600 mm F5.6-6.3 G OSS me permitieron sacar un retrato de este guacamayo escarlata donde se puede observar un detalle impresionante en las plumas laterales y, al mismo tiempo, un bokeh exquisito con el fondo verde del bosque.
Dentro de una selva tropical la mayoría de avistamientos de aves siempre son inesperados y pueden llegar a durar solo unos segundos. Ese fue el caso de esta Tangara del Paraíso, que apareció de repente al frente mío durante unos 20 segundos antes de volar por el bosque de nuevo. El tiempo de reacción fue muy corto y gracias al motor enfoque con IA de la Alpha 7R V pude obtener tomas enfocadas correctamente desde el primer disparo. Una de las configuraciones que realicé para esta foto fue setear el Tracking Shift Range para enfoque de aves al máximo y así tener un reconocimiento de mi sujeto más veloz.
Cuando te encuentras caminando dentro de una selva tropical tan prístina como esta parte del Amazonas debido a la densa vegetación solo recibes el 10% de la luz solar. Esto significa que aunque el cielo esté despejado y el sol brille con fuerza, dentro del bosque va seguir oscuro. En muchas situaciones dentro del bosque para lograr exponer correctamente me sentí muy confiado de compensar la falta de luz utilizando velocidades de obturación más lentas de las que normalmente utilizaría con un lente teleobjetivo, esto debido a la seguridad que me da utilizar un lente con OSS más la nueva estabilización de 8 pasos incorporada en la Alpha 7R V. Este mono aullador con sus movimientos lentos al amanecer fue el modelo perfecto.
Algo de lo que he disfrutado mucho con esta cámara, sobre todo al momento de editar los archivos en mi computadora, es la enorme resolución que te da un sensor de 61 megapíxeles. Esta foto de una carismática Cotinga mayna o Cotinga de garganta morada está recortada a la mitad de su tamaño original, pues es en verdad es una foto horizontal y aún así se mantiene el nivel de detalle en el sujeto. Trabajar con archivos de 61mp puede ser algo muy pesado para nuestras computadoras, pero con la opción de formato RAW comprimido sin pérdidas se mantienen todos los datos de la imagen y se reduce su tamaño a un 60%-70% sin afectar en nada los colores o la nitidez.
A pesar de ser un lente usado con más frecuencia en deportes o fauna, también puede sacar algunos paisajes con el 200-600. Esta fotografía de la extensa selva amazónica durante el amanecer fue hecha sobre una torre de 40 metros de altura, por encima del canopy de los árboles. El objetivo inicial de estar en la torre era el de fotografiar aves, pero cuando el cielo empezó a pintarse de colores dorados mientras salía el sol no dude en hacer algunas fotos. Al ser un objetivo zoom con un gran rango de distancia focal, este lente tiene la versatilidad necesaria para cumplir distintos propósitos y así no perder ninguna toma.
Un problema usual al estar durante días fotografiando en el Amazonas es la humedad. Esta puede llegar por encima del 95% durante algunos días lo hace que durante la mañana muchos lentes se comiencen a empañar según se van calentando por su propio uso, aún si han sido guardados en cajas secas o junto a sílica. Con el 200-600 no tuve ese problema en ningún momento de las más de 3 semanas que estuve dentro de la selva, a diferencia de los demás
objetivos de otras marcas que tenía en ese momento los cuales si se empañaban.
Considero que es un lente perfecto para los más aventureros, al ser uno teleobjetivos menos pesados del mercado es ideal para llevarlo durante largas caminatas o subir torres de 40 metros de altura. Por todas las razones que les he comentado aquí, este lente será mi acompañante infaltable en cada una de mis aventuras en la selva. Si quieren seguir más de cerca mis viajes por el amazonas peruano los invito a visitar mi perfil de Instagram @carlosgonzales.peru. Nos vemos!