Memo Gómez©
Memo Gómez es un talentoso fotógrafo y Sony Alpha Partner de origen colombiano reconocido principalmente por sus bellísimas fotografías de aves en ambientes naturales. Es conocido como el fotógrafo de las aves en Colombia. Sin embargo, Memo comenzó haciendo fotografía submarina practicando el surf y el buceo, hobbies que compartía junto con caminatas a sitios naturales. Posteriormente se adentró en los bosques y humedales de Colombia donde descubrió su pasión por hacer fotografía de aves.
Hacer fotos de aves exige gran dedicación y paciencia y Memo Gómez ha demostrado tenerlas en abundancia. A través de la fotografía de aves, promueve la conservación de las especies y el avi-turismo en su país. Desde hace años, Memo Gómez dicta talleres de fotografía de aves, compartiendo su conocimiento y amor por la naturaleza y también promueve el eco turismo con conciencia.
“Esta pasión por la naturaleza después de un tiempo me hizo buscar la cámara, la vida me regaló el privilegio de conocer lugares y vivir momentos únicos y poderosos, las personas a mi alrededor no vivían este tipo de experiencias y tal vez por eso sentía que esas historias deberían ser compartidas. – Memo Gómez
Para Memo Gómez, la fotografía es un mecanismo para sensibilizar a la gente sobre la importancia de preservar la naturaleza. “Colombia es el país con más especies de aves en el mundo. Desconocemos las regiones y mucha gente no sabe la riqueza que tenemos en biodiversidad”. Para él su trabajo tiene la finalidad de sembrar conciencia para cuidar la naturaleza y evitar la devastación de los territorios que son el hogar de estas hermosas criaturas.
A continuación, les dejamos con la entrevista que le hicimos a Memo Gómez para conocer un poco más sobre su vida y su obra:
¿Cómo fueron tus inicios en la fotografía?
Crecí en un entorno de fotografías familiares principalmente, algunas artísticas hechas por mi padre, un arquitecto con virtudes para las artes y pasión por la fotografía, sin embargo la fotografía se demoró para mí. Concentré mi formación en áreas administrativas, mientras como hobbie, siempre realizaba actividades en el entorno a la naturaleza como: el buceo, el surf, las caminatas por la naturaleza y los viajes a sitios naturales.
Esta pasión por la naturaleza después de un tiempo me hizo buscar la cámara, la vida me regaló el privilegio de conocer lugares y vivir momentos únicos y poderosos, las personas a mi alrededor no vivían este tipo de experiencias y tal vez por eso sentía que esas historias deberían ser compartidas. Fui buceador por muchos años; me inicié con las cámaras haciendo fotografía submarina. Quería que todos conocieran las ballenas, los corales, los peces en su entorno. Quería generar curiosidad e interés por los mares y su fauna. Luego debido a un accidente, no pude bucear más y empecé a publicar mis fotografías de las olas que había descubierto en el Pacífico colombiano y a los surfistas que las visitaban. Por esos días, se cruzaron unos binóculos en mi vida y descubrí las aves; cuando pude verlas bien, me sorprendí con su belleza y su forma de actuar. Así inició mi pasión por compartir la belleza de las aves.
“Creo que las aves son un excelente vector para crear conciencia ambiental” -Memo Gómez
¿Por qué te especializaste en fotografía de aves, fuiste en búsqueda de ellos o ellos te encontraron a ti?
Varias cosas confluyeron para estar más concentrado en aves que en otras técnicas que también me gustan. Apreciar al detalle las aves generó no solo admiración sino pasión por conocerlas. A medida que ese conocimiento crecía empecé a soñar con mostrarle al mundo y especialmente a los colombianos las joyas que estamos descuidando. Somos el país con más especies de aves en el planeta y todavía arrasamos con bosques, humedales, ríos, bosques, etc. Creo que las aves son un excelente vector para crear conciencia ambiental, cantan hermoso, vuelan, son inteligentes y son muy bonitas, así que me planteé la idea de mostrar las aves a los NO avistadores de aves. Usualmente nos compartíamos las imágenes entre fotógrafos de aves y “pajareros”, aunque no tanto hacia otros públicos, entonces me propuse compartir en redes y así empezó mi trabajo fotográfico con aves y vida salvaje a tomarlo con más seriedad.
Las aves siempre han estado ahí, solo que no me había permitido quitar el velo, los binóculos abrieron una puerta a ese maravilloso mundo y así las “descubrí”. Cuando ellas se acercaron a mi estaba distraído, hoy estoy agradecido con la vida que me permitió conocer mejor a las aves y así aportar un poco mostrando a otros lo maravillosas que son, sus comportamientos, su importancia en el equilibrio del medio ambiente y el bienestar de las personas.
¿Cómo realizas tu trabajo sin ‘invadir’ el hábitat de las aves que fotografías?
Creo que siempre habrá un impacto a los ecosistemas al entrar en ellos, pienso que la idea es fotografiar sin afectar su supervivencia, sin asustarlas o incomodarlas de manera significativa, tampoco a su entorno, tengo varios principios que aplico para que la relación costo/beneficio ambiental siempre favorezca a las especies animales:
- Mis fotografías son para crear conciencia ambiental, la intrusión en su entorno debe ser más que compensada con mi trabajo fotográfico.
- Mi impacto debe ser el menor posible. Ellas deben sentir que no soy un peligro sino uno más en el ambiente (actitud y comportamiento). Hace mucho más daño ambiental un dueño de tierra o un líder político sin sensibilidad por la naturaleza que un fotógrafo caminando por un bosque.
- No favorecer especies introducidas por carismáticas que sean, la fauna nativa es el tesoro a cuidar, siempre evito que me acompañen caninos y desestimo el aviturismo donde tienen gatos.
- Siempre tener conciencia de que un nido, un individuo o una familia puede ser descubierta por sus depredadores debido a mi comportamiento.
- Una imagen bonita de un ave puede sensibilizar a tiempo a alguien que iba a tumbar un bosque.
- Las aves leen la intención, no dejo que parezca que voy tras ellas, las mejores fotos ocurren cuando ellas se acercan y no al contrario.
- Pregunto a Ornitólogos que afecta y que no a las aves (también hay sensacionalismo sin fundamento).
- Sentido común, me pongo en su lugar para tomar decisiones en campo.
¿Cuándo te vas de viaje a los humedales o a los bosques para hacer fotos, ¿Cómo te preparas y cómo vives tu experiencia?
Es importante hacerse a una buena información del destino. Suelo hablar previamente con los guías locales, les pregunto mucho, me acerco a su territorio a través de ellos, de su amistad. Busco en las guías de aves, en documentos y libros. Hablo con colegas. Me propongo los objetivos a alcanzar. Me aseguro de tener el equipo listo para ese trabajo. Reviso la logística de viaje, el presupuesto. Hago las compras necesarias, me encomiendo a Dios y… ¡Para el campo!
Ya en el destino siempre estoy atento a las personas locales. Les digo lo que quiero, lo que me gustaría fotografiar, trato de dejar claro, sin decirlo directamente, que primero es la amistad y el respeto y que tengo metas serias que se deben lograr. Trato de no presionar a los guías, los dejo ser. No presiono los momentos para las fotografías. Si llegan, bien, si no, ya habrá otra oportunidad. Confío en los que saben, ellos viven allí. Yo prefiero que trabajen a su ritmo. Solamente si la ocasión lo amerita, pongo algo de presión, por ejemplo si el guía se relajó o se desconcentró. Otra cosa, me aseguro estar siempre hidratado y con energía. La concentración ayuda mucho a hacer mejores fotos. De ahí que no me gustan las conversaciones no fotográficas en campo. Se pierde la exposición, la historia, el momento. Esos temas los dejamos para el almuerzo, la cena o los transportes largos entre sitios. En mi caso, no solo disfruto lograr buenas historias, disfruto buscarlas, esperarlas, estar en la naturaleza… y si no llegan esos momentos, igual ya valió la pena.
Fotografiar aves es un trabajo de mucha paciencia y dedicación, ¿Qué le aconsejas a los que quieren iniciarse en esta disciplina fotográfica? ¿Cómo debe ser la relación entre fotógrafo y aves?
Lo primero es que empiecen por aprender sobre las aves, cuales son residentes en su área o las del lugar a donde se va a viajar, para esto es útil realizar las primeras salidas con expertos en avistamiento de aves, pueden ser compañeros de viaje o contratar un buen guía. Luego, aconsejo participar en Talleres de Fotografía de Aves en campo para aquellos que ya tienen el conocimiento fotográfico, de lo contrario estudiar fotografía será el camino más práctico.
La fotografía de aves es exigente, pero, sin fundamentos y destrezas adquiridas, puede ser frustrante y desestimulante. También recomiendo no comprar equipo antes de estudiar, frecuentemente con mis alumnos sucede lo siguiente, luego de que terminan el primer nivel que dicto en mis talleres, muchos me confiesan que se equivocaron con el equipo comprado, debido a que no sabían qué características buscar al momento de comprar y no preguntaron a algún experto con antelación. Una recomendación que considero importante es que no se queden con la teoría fotográfica solamente. Hay que salir a probar si lo aprendido se domina o aún falta; esto se logra a través de ejercicios prácticos. A mis alumnos les recomiendo conseguir aves artificiales para sus prácticas de exposición, enfoque, configuración cámara, pruebas de ISO, límites de “derecheo” del sensor , entre otras cosas.
La relación fotógrafo aves debe ser de respeto, creo que el fotógrafo debe admirar las aves, debe valorarlas, debe ser paciente y tranquilo en campo, ellas lo notarán y llegarán las imágenes en algún momento. Debemos lograr que ellas se acostumbren a nuestra presencia (esto tomará tiempo) y así sigan con su vida normal, sin contar con nosotros. Ese es el mejor estado y de ahí salen las mejores historias.
Cuéntanos sobre los equipos que utilizas, tu cámara y lentes favoritos
Utilizo la Sony α9 II, Sony RX10M4 y ahora estoy testeando la nueva Sony α1 que es la mejor cámara que he tenido en las manos en vida y mi favorita. En lentes uso el Sony 100-400 GM, el 600mm F/4 GM que es mi lente favorito, he testado el Sony 200-600mm G y me encantaría probar el Sony 400mm f/2.8 GM. Siempre llevo los dos tele convertidores Sony 1.4X y Sony 2X, muy útiles en campo. En cámaras APS-C me gusta mucho la Sony α6600 para fotografiar aves, una opción de menor presupuesto.
¿Tienes algún sueño fotográfico?, ¿un lugar, una especie, que está pendiente en tu lista de deseos?
Sueño con que mi trabajo contribuya masivamente a que más personas, entidades y empresas valoren el medio ambiente y lo cuidemos entre todos, que ayude a entender que podemos producir sin acabar con toda la naturaleza. Sueño con que mi trabajo sea un aporte para que aprendamos que necesitamos construir una economía sostenible. Por esa razón me estoy planeando editar un libro que aporte en conservación. También quisiera realizar una expedición nacional, fotografiando aves en cada departamento de Colombia, visualizando a los guías locales y a los emprendimientos en avi-turismo, buscando un patrocinio que se beneficie del proyecto y nos permita materializarlo.
¿Especie pendiente? ¡Muchas realmente! Destaco la águila harpía, con presa y en vuelo… Sueño con esa imagen. Quiero fotografiar los correcaminos de mi país sin cámara trampa. Un hormiguero que me ha sido esquivo, el Pithys albyfrons. También sigo soñando con el jaguar en libertad y en Colombia, no he podido verlo. La lista es larga, siempre andamos buscando esos objetivos.
¿Quiénes son tus referentes?
Son muchos, varios ya no están y no fueron fotógrafos de naturaleza en su mayoría. Admiro mucho a quienes transforman la sociedad a través de su trabajo, entre ellos a Paul Nicklen y Cristina Mittermeier. Me gusta la visión de Marina Cano y Mario Suarez, ambos españoles. Disfruto mucho las imágenes de paisajes de Nigel Danson.
Has comentado que buscas sensibilizar sobre la importancia de conservar nuestros ecosistemas naturales y apoyar las comunidades, cuéntanos más sobre esto.
Nuestro sistema de vida en las ciudades, cada vez nos aleja más de la naturaleza, no solo de verla, sino de entenderla, de conocerla y por lo tanto valorarla. Incluso encontramos personas que viven en el campo y están tan concentradas en producir, por ejemplo agricultura o ganadería, que no conocen a las especies que habitan sus bosques. Nos toca a los fotógrafos de naturaleza mostrar esa realidad y así acercar, sensibilizar, ayudar a valorar todos estos tesoros naturales.
Si una persona no sabe nada de la biodiversidad y su importancia para la humanidad, tumbar el bosque no le representa nada. Si la gente no reconoce belleza, vida, equilibrio, felicidad en lo natural, verán los ecosistemas naturales como obstáculos y no como aliados, como parte de su existir. Además, entendiendo que de conservar sin ingresos no vive nadie, mi objetivo es visibilizar a los guías, a los prestadores de servicios sostenibles en la ruralidad. Busco promover que los visiten como una alternativa en la que muchos aportamos, para el bienestar de estas comunidades que aportan a la conservación del planeta y, por lo tanto, de nuestra especie. Son unos valientes, son personas bonitas, que por dinero no hacen cualquier cosa y alegra intentar sumar algo positivo a sus vidas. Sin calidad de vida no hay conservación, sin educación tampoco. Es un orgullo cuando alguien te expresa que le gusta tu trabajo fotográfico, pero es una enorme alegría cuando ves que una familia campesina que no tumba o quema su bosque, te dice que le está yendo bien con los avistadores de aves y fotógrafos que los visitan.
¿Qué esperas que la gente se lleve de tu trabajo?
Paz en el corazón, un mensaje de conservación, una mejor actitud frente a las formas de vida incluyendo a las personas en su diversidad, algo de alegría, regocijo, admiración por la naturaleza, por la gente del campo, que reflexione sobre lo importante de lo básico, sobre la vida química que se lleva hoy en día, que se reconcilien con la naturaleza y la vida, que respiren profundo, que descubran que no hay que llenarse de dinero a cualquier costo, sino vivir bien, de manera sostenible. Sueño con que valoremos los árboles nativos, que entendamos el daño que hace la fauna introducida, como una mascota descuidada y suelta, por ejemplo. Sueño con que la gente descubra lo maravilloso de esta creación, de lo natural, que le digamos patrimonio a lo que ya había cuando el ser humano empezó a desordenar todo y no a daños hechos por nosotros. Si lo fuera a resumir: alegría, eso quiero que se lleve la gente.
Sabemos que impartes clases sobre fotografía de aves, ¿te gusta inculcar en tus alumnos el amor por la fotografía y la naturaleza?
Sí. Creo que van de la mano, es parte de la estrategia para aumentar la sensibilidad sobre la conservación. Necesitamos más personas con la camiseta puesta, más imágenes en redes, prensa, televisión. Además, por vocación, me gusta compartir lo que sé, así sea poco. No nos llevamos nada material de este planeta. Me alegro viendo el talento de mis alumnos, sus éxitos y más, cuando tienen impacto en los demás de manera positiva. Les inculco el respeto por el trabajo de los colegas, que se disciplinen para mejorar, que se concentren en contar historias con sus fotos, en ayudar a mejorar el mundo y su gente, desde la captura de la imagen hasta la publicación. Les hago mucho énfasis en que hay que entrenar y ser como cada uno quiere ser. Les inculco que no se dejen afectar por algunos pocos que solo valoran su propio trabajo y quieren cortar alas a todo el que se destaque en este arte. Intento que aprendan la técnica y la sometan al servicio de la comunicación constructiva.
¿Es suficiente tener el equipo adecuado para lograr buenas fotos de aves?, ¿Qué recomendaciones le darías a quién desee lograr buenos resultados?
No, no es suficiente. A pesar de que la fotografía de aves es de las que mejores equipos demanda para obtener resultados de calidad, ésta disciplina es muy exigente en cuanto a la concentración y conocimiento por parte del fotógrafo. Requiere practicar mucho, conocer el comportamiento de las especies y conocer sus ecosistemas.
Fotografiar aves puede ser peligroso en algunas ocasiones y muy demandante física y mentalmente. Nos encontramos con frecuencia con tremendos equipos mal configurados para aves en acción, desperdiciando tecnología, logrando resultados por debajo de las posibilidades del equipo. Me he encontrado también personas con equipos muy modestos con trabajos sorprendentes. ¡Imagina lo que harían con mejores equipos!… Un auto de Fórmula Uno en manos inexpertas no tendrá desempeño. Creo que pasa igual con la cámara.
Recomendaría varias cosas para obtener buenos resultados en la fotografía de aves:
- Lo primero, estudiar fotografía, dedicarle tiempo a los fundamentos y no solo a los tips.
- Aprender las bases de la fotografía te ayuda a potenciar la creatividad, las ideas, las posibilidades.
- También es importante salir a hacer fotografías con personas con más experiencia. Los Talleres o Workshops son muy útiles para esto. He notado cómo los alumnos crecen más rápido en los Workshops que en las clases teóricas, aunque estos requieren tener ya la teoría para avanzar de verdad.
- Otra clave es no irse a practicar temas fundamentales como exposición y enfoque con las aves, eso se hace en casa con muñequitos, así cuando salgan las aves, tendremos eso resuelto y lograremos resultados en campo que es donde se deben obtener.
- Importantísimo trabajar con buenos guías locales, ellos son quienes nos ayudan a hacer las fotografías. Con ellos planeamos las historias que buscamos. Entre más experto el guía, mejores resultados obtendrás.
- También es ideal que tengamos experiencia en avistamiento de aves, esto es valioso a la hora de pensar en que contar con la cámara.
¿Cuál ha sido tu fotografía más memorable a la fecha y por qué?
Para mí son dos, que son las mejores y las trabajé en la misma región, el Putumayo colombiano. Son memorables para mí porque definen cómo somos los fotógrafos de naturaleza. Conduje dos veces hasta allí desde mi ciudad para capturar unas buenas imágenes de estas dos especies principalmente. En la primera ida no se dieron. Regresé tiempo después. Entre los dos viajes completé aprox. 8000 km y quedé feliz. Tengo que mejorarlas, eso sí, pero me enorgullece haber dado la pelea por hacerlas. Una de las capturas es de una Tangara chilensis y otra de un Atlapetes leucopis. Cuando vemos una imagen de un fotógrafo de naturaleza, pocas veces alcanzamos a imaginar por lo que tuvo que pasar para compartirnos ese momento, esa historia. Las imágenes de naturaleza no salen a la primera normalmente, hay que viajar y mucho más.
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